Esta historia empieza en plena pandemia.
Cuando yo, Valeria, veo cómo mis objetivos y proyectos se derrumban uno a uno, dejándome vacía como un lienzo en blanco.
Pero antes, déjame contarte un poco sobre mí.

Hola, soy Valeria, oriunda de Mendoza - Argentina y ahora viviendo en Madrid.

Lo que puedo decir sobre mí es que he tenido múltiples vidas; en la búsqueda de aquello que enciende mi corazón, he cambiado de piel a menudo. Hoy, puedo decir que encontré la que me calza perfecta, la piel que siempre fue mía y por fin tuve el valor de habitar.

Pero, volviendo a los días de pandemia y a mi yo en cenizas, llega a mi vida por casualidad la cerámica y fue amor a primera vista.

En medio de mi caos emocional, mental, económico (entre otras crisis), encontré un silencio sanador al tocar el barro que ya no pude dejar ir.

Pasaron años de reconstrucción hasta culminar en mi presente, que es Vale Valeria Pottery: mi proyecto que lleva mi firma, mi identidad, mis aprendizajes... porque finalmente estoy haciendo lo que amo.

En esta historia, donde trato de resumir en pocas palabras 5 años de trabajo interno, de superar miedos, de tomar valor para seguir mi corazón, lo que te quiero transmitir es simple: fue hacer cerámica lo que me sostuvo en cada paso.

Más allá de un oficio, la cerámica fue (y sigue siendo) mi manera de autoconocerme, de expresarme y de conectarme con mi yo interior.

Y Vale Valeria Pottery es mi forma de compartir todo esto con los demás. Mi mayor deseo es que mi taller se convierta en un espacio para que otras personas se encuentren a sí mismas a través de la cerámica, que puedan emprender un camino sanador o simplemente enseñarles a modelar el barro como un hobby para crear con libertad, sin ningún otro objetivo que crear por crear.
Y obvio, que encuentren ese silencio sanador que brinda el simple acto de tocar el barro.

SOBRE MÍ